ALTAR

Hay caminos y mujeres. Hay ciertos caminos. Algunos de ojo objetivo, de ojo aguilado, de ojo flechado, premeditados y ambiguos paseados en vaivenes de cuerdas temblorosas y ojos brillantes. 

Hay caminos de pasarela encendida, sombreadas de rojo, de puño duro y pisoteada fuerte que recorren la vida sin un destino, a simple vista sin un motivo. 

Hay mujeres que prefieren perderse en el tambaleo, embotelladas y meneadas entre los pliegues del mar, algunas en mares tranquilos, otras en mares furiosos, en mares livianos y oleaje estruendoso. 

Hay mujeres aleadas del silencio dimensional, que prefieren abrir la tapa del frasco de la voz interna y dejar de oír para siempre la voz ordinaria real.

 Hay mujeres atentas a su culto ritual que llevan regalos a su altar, al altar de la vida, lo mejor de sus vidas. 

Hay recuerdos, hay escritos hay fotografías y hechizos que tienen la forma secreta de cariño. 

Hay mantras llevados a objetos de todo tipo, hay libros abiertos en ciertas paginas perdurando dia a dia como exclamación u oración al universo. 

Hay voces de palabras cruzadas, incoherentes a ciertos oídos. Hay caminos pisados y otros incomprendidos...