AVECES ANDO

 

A veces ando luna, ando navegada en espacio y deslizante, reflexionando del brillo, brillo dejado por estrella.

A veces ando luna ambigua, ambigua y con sed, con sed de fervor, con sed de regar la piedra lunar que atraviesa mi corazón y que suaviza mi via.

A veces ando luna, luna columpiada en noches oscuras de ruidos abiertos y perceptivos, que vienen desde el infinito, desde el monte planetario donde no hay pisos concretos, pero hay neblinas, neblinas pasando como palabras visionarias, como gases vitales por las calles de los cuerpos estelares.

A veces ando luna, luna brillosa y tranquila, tranquila por los pasadizos eternos de la atmósfera, suelta de alas, suelta de frenos liviana como pluma por el cielo.

A veces ando luna, luna fugaz en universos repetidos como un sublime  deja vu, reencontrada con la noche y sus secretos silenciosos que me hablan para anunciar la llegada del invierno, del cambio de mar y remolinos sumergidos.

A veces ando luna, luna de techos, luna de gatos maùllosos de ruidos dulces y caminatas detenidas en sombra del muro de los callejones bohemios de la vida. Luna de juegos astutos y leidos solo por ojos capciosos, solo por labios y gesticulaciòn hablante a propósito. 

 A veces ando luna, aveces ando luna...